Una alegría enorme compartir con tanta gente querida esta peli inspirada en la novela de mi amigazo Oyola. Ir al cine con esta banda que quiero tanto, y en la oscuridad, las caras y los comentarios, la expectativa y la sensación de estar en el lugar correcto con la gente correcta. Un momento de esos que se graban a fuego por tanta alegría compartida. Hay sensibilidad y respeto en la construcción de cada personaje, una apuesta estética que juega todo el tiempo al límite. Y algo que valoro y agradezco, en cualquier expresión artística: correr riesgos. Ese espíritu que Leo tiene en su escritura, está en sus personajes, y está en la película de Nicanor Loreti. Vayan a verla que no se van a arrepentir.
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